Las bacterias hospitalarias nocivas evolucionaron “en respuesta a las dietas modernas”.

Medical News Today informó sobre una nueva investigación que explica cómo la dieta humana moderna ha contribuido a la evolución y propagación de Clostridioides difficile (C.diff.), Una de las principales causas de infecciones bacterianas en el entorno hospitalario. Los CDC estiman que C. Diff causa aproximadamente 50,000 infecciones por año en los Estados Unidos. C. diff. los CDC lo consideran “una amenaza importante para la salud” debido a la gravedad de los síntomas que causa, la falta de tratamientos efectivos y porque es responsable de casi 15,000 muertes al año. En este estudio, los investigadores del Wellcome Sanger Institute, la London School of Hygiene & Tropical Medicine y otras instituciones secuenciaron y compararon el ADN de 906 cepas de C. diff., Que fueron tomadas de humanos, varios animales y diferentes entornos.

El análisis genético reveló que C. diff. “sigue evolucionando y se ha separado en dos especies”, donde un grupo se ha adaptado para propagarse fácilmente en entornos hospitalarios e infectar a pacientes. Esta especie emergente, C. diff. el clado A “mostró cambios en los genes que impulsan el metabolismo de los azúcares simples, lo que le dio al científico la idea de que las bacterias podrían prosperar en huéspedes cuyas dietas eran ricas en azúcar”. Un experimento en ratones confirmó que las bacterias pertenecientes al clado A podrían fácilmente colonizar animales que consumieron una dieta alta en azúcar. Los investigadores también observaron que las bacterias del clado A tenían diferentes genes que controlan la formación de esporas, lo que las hace más resistentes a los métodos comunes para combatir las bacterias en el entorno clínico. El autor principal, Trevor Lawley, PhD, declaró que el estudio “proporciona evidencia basada en el genoma y en el laboratorio de que los estilos de vida humanos pueden conducir a las bacterias a formar nuevas especies para que puedan propagarse de manera más efectiva”. Trevor sugiere que “centrarse en la dieta y buscar nuevos los desinfectantes podrían ayudar en la lucha contra esta bacteria “.